“La mejor escuela”, del toledano Ángel Novillo, Primer Premio del XXI Concurso de Microrrelatos del encierro (2024) convocado por la Asociación Cultural El Encierro de Sanse

La Nominación Especial al relato inspirado en Sanse fue  para “Encierro”, de Perla Rodrigo, vecina de San Sebastián de los Reyes

San Sebastián de los Reyes, 29 de julio de 2024.- El jurado ha hecho público su veredicto sobre la XXI edición de los premios literarios sobre el encierro de Sanse. Dicho acto estuvo presidido por  Carlos Bolarín, concejal delegado Festejos y Turismo del ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, y formaron parte de él, como vocales, Manuel López Azorín, escritor y poeta; Esteban Cano, escritor,  y los siguientes representantes de la A.C. El Encierro: Manuel Durán, documentalista gráfico y Presidente de la misma; Fernando Corella, humorista gráfico, Manuel Expósito, fotógrafo, y Ainhoa Izquierdo, que hizo las funciones de Secretaria.

Después de deliberar sobre los microrrelatos admitidos en el plazo establecido, los miembros del jurado acordaron, por unanimidad, conceder los siguientes premios previstos en las bases:

Primer Premio: 475 € y Trofeo, para el microrrelato titulado “La Mejor escuela”, de Ángel Novillo, de Villacañas (Toledo)

Segundo Premio: 175 € y Diploma, para Lourdes Aso, de Jaca (Huesca) por el relato titulado “Riesgo”

Nominación Especial inspirada en Sanse: 100 € y Diploma, para “Encierro”, de Perla Rodrigo, de San Sebastián de los Reyes (Madrid)

-Los textos de los microrrelatos premiados son los siguientes:

Primer Premio

LA MEJOR ESCUELA

Ángel Novillo. Villacañas (Toledo)

El abuelo lleva al nieto de la mano para ver un rito atávico y popular: El encierro de Sanse.

Frente a la globalización, manifestada en la estandarización enlatada, predicha, predeterminada y previsible existe todavía una tradición en la que la vida se muestra tal y como es: contradictoria, bulliciosa, alegre y triste a la vez, incontrolable e imprevisible.

Por las calles de Sanse la vida corre en un río embravecido de toros y personas despertando a un mundo muerto por una realidad aséptica, donde el dolor, la enfermedad y la muerte se las quiere esconder debajo de la alfombra de la ignorancia, la indiferencia y el olvido. Detrás de la talanquera el nieto no pierde ojo y todos los detalles se le quedan impregnados en la memoria: Brazos y piernas agitándose y moviéndose, cuerpos con posturas forzadas, delante de cuernos, y testuces. Mezclado todo parecen minotauros queriendo ser dueños del laberinto del tiempo. Poseedores del secreto de la vida aunque sea tan solo durante unos segundos, porque son capaces de asomarse al abismo de la muerte.

 —Abuelo, ¿por qué corren esos hombres?

 —Porque en el encierro como en la vida hay que ser raudos y no dejar la oportunidad que se escape.

— Ya entiendo abuelo. Aunque hay personas que corren y siempre tienen prisa y no van a ningún sitio.

—  Sí, eso es verdad, pero en el encierro todos corren parra llegar a la plaza y todos por un objetivo, cada uno el suyo.

—Abuelo, ¿sabes que un día correré como esas personas y seré uno de ellos?

—Seguro que sí, algún día, algún día. Todo llega en esta vida.

Esa conversación con el abuelo, le vino a la mente, años después de su muerte. Cuando oyó el cohete y empezó a correr, en ese momento sintió que el abuelo le cogía de la mano.

Segundo Premio:

RIESGO

Lourdes Aso. Jaca (Huesca)

 ¿Estás loco? Si tú no tienes ni idea de toros. Como mínimo deberías haber entrenado y estar un poco en forma, que se te va a salir el corazón por la garganta. Eso, si no te da un infarto.

Lo dicen porque acabo de incorporarme a la manga vallada para hacer el recorrido desde Estafeta y la Avenida, hasta la Plaza de Toros.

-¿Va de guasa? Aún estás a tiempo de cambiar de idea, que en un minuto puede cambiarte la vida y qué necesidad.

Pero yo estoy decidido a hacerle caso a mi psiquiatra. Me ha dicho que lo que me pasa es que siempre veo las cosas desde la barrera, no arriesgo, me he acomodado en el tramo más cómodo de mi vida y tanta rutina mata a cualquiera. Tras la correspondiente reflexión, no me queda más remedio que asentir. Quiero saber qué es lo que se ve desde este lado. Si es cierta la descarga de adrenalina. Si asusta más la vida que los toros. Qué es lo que se decide en una milésima de segundo.

 En cuanto suena el cohete, los corredores que están a mi alrededor se santiguan. Les imito. Pero cuando el estruendo de las pezuñas contra el suelo se acerca y vislumbro la envergadura de las astas, me siento estúpido. Me puede el miedo y me quedo parado interrumpiendo la carrera. En el último instante, un veterano me pega un tirón y me empotra contra la pared.

-¿Eres idiota o qué? La que podrías haber liado.

Le digo a mi psiquiatra que he seguido sus instrucciones al pie de la letra y he aprendido que no sólo aprecio mi vida, sino la de los demás. Y las de los otros por nada del mundo vuelvo a ponerlas en riesgo.

Nominación Especial al relato inspirado en el encierro de Sanse:

ENCIERRO

Perla Rodrigo. Sanse

¡Levántate ya si quieres venir al encierro! Ponte una chaqueta que ahora hace frío, desayunamos luego en la churrería y nos tomamos un chocolate calentito.

Ponte las zapatillas deportivas, que hay que irse ya para coger sitio en la talanquera. Me desperezo, me lavo la cara y hago caso de lo que me dice mi madre. Vivimos cerca del matadero, nos ponemos en el inicio del recorrido. No somos muchos, me cuelgo en la talanquera y observo cómo pasan los chavales de un lugar a otro, calentando motores… esperando el momento. Y suena el cohete, comienza el encierro. Tu padre estará con los amigos donde el Calavera, luego después le veremos. Vale mamá. 

Ahora ya no están, ni mamá, ni papá, ni el Calavera, ni el matadero, ni…pero sobrevive a todos el encierro. ¡Levántate ya si quieres venir al encierro! Ahora soy yo la emisora y siempre en mi recuerdo, aquella niña con trenzas que disfrutaba cada encierro como quien descubre por primera vez un enorme tesoro escondido.

Aquella niña con trenzas

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A.C. El encierro San Sebastián de los Reyes (Madrid)

encierrosanse@gmail.com