Diario de Navarra. Los corredores ven un precedente peligroso
Ver video del varazo en YouTube 2¨31´´
Revista de prensa. ABC. Parecía que ya no quedaba nada por ver en los encierros de los Sanfermines hasta que la actualidad, en pleno mes de diciembre, se ha topado con una noticia insólita que publica este miércoles «Diario de Navarra». Y es que uno de los pastores que cada mañana de los Sanfermines corren jugándose la vida para garantizar el buen funcionamiento del encierro y que haya el menor número posible de percances ha sido imputado por un presunto delito de lesiones a uno de los mozos que realizan la carrera delante (más bien, detrás) de los toros.
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Revista de prensa. ABC. Parecía que ya no quedaba nada por ver en los encierros de los Sanfermines hasta que la actualidad, en pleno mes de diciembre, se ha topado con una noticia insólita que publica este miércoles «Diario de Navarra». Y es que uno de los pastores que cada mañana de los Sanfermines corren jugándose la vida para garantizar el buen funcionamiento del encierro y que haya el menor número posible de percances ha sido imputado por un presunto delito de lesiones a uno de los mozos que realizan la carrera delante (más bien, detrás) de los toros.
Los hechos sucedieron el pasado 12 de julio cuando en el desarrollo del encierro, un corredor valenciano entró en la plaza de toros molestando al morlaco. Ya en la bajada del callejón se apoyó sobre su lomo, algo que está prohibido ya que puede provocar que el morlaco se dé la vuelta. De hecho, el toro venía en solitario y retrasado con respecto al resto de la manada. Y al entrar en la plaza de toros, el valenciano corrió y siguió al toro por detrás, algo que también está prohibido por la normativa del encierro.
El pastor que venía tratando de que el toro no se distrajera y completara la carrera propinó un varetazo al mozo valenciano en el momento en que éste giraba la cabeza con tan mala suerte de que la vara le golpeó la cara.
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| DN. La imagen recoge el momento en el que el corredor valenciano se echa las manos a la cabeza tras recibir el impacto de la vara propinado por el pastor.. LARRIÓN-PIMOULIER |
El pastor que venía tratando de que el toro no se distrajera y completara la carrera propinó un varetazo al mozo valenciano en el momento en que éste giraba la cabeza con tan mala suerte de que la vara le golpeó la cara.
Primera denuncia
Fue atendido en la enfermería de la plaza de toros, pero sólo se le apreció una pequeña herida en el rostro. Al regresar a su casa en Valencia, el corredor continuó con los dolores y al acudir al hospital, las radiografías delataron la rotura de algunos huesos de la nariz, por lo que el mozo interpuso una denuncia ante la Guardia Civil.
Puesto que los hechos se habían producido en Pamplona, el juzgado valenciano trasladó el caso a la Audiencia provincial de Navarra. La juez sobreseyó el caso porque «no resultaba debidamente justificada la perpetración del delito». Sin embargo, la Fiscalía recurrió la decisión y ahora el pastor ha sido llamado a declarar en calidad de imputado.
Puesto que los hechos se habían producido en Pamplona, el juzgado valenciano trasladó el caso a la Audiencia provincial de Navarra. La juez sobreseyó el caso porque «no resultaba debidamente justificada la perpetración del delito». Sin embargo, la Fiscalía recurrió la decisión y ahora el pastor ha sido llamado a declarar en calidad de imputado.
Esta imputación abre el debate sobre cómo deben actuar los pastores con la vara ya que no existe una normativa expresa sobre estos hechos. El mozo cometió varias infracciones, al menos dos graves y una leve, y habrá que ver de qué manera el pastor debería haber actuado para evitar que el toro se volviese.
Es la primera vez que la acción de un pastor tiene cualquier tipo de reclamación. Más bien al contrario, en Pamplona los pastores son enormemente respetados ya que son los encargados de salvaguardar la seguridad del encierro y todos ellos han evitado miles de situaciones de peligro e, incluso cogidas.
Es la primera vez que la acción de un pastor tiene cualquier tipo de reclamación. Más bien al contrario, en Pamplona los pastores son enormemente respetados ya que son los encargados de salvaguardar la seguridad del encierro y todos ellos han evitado miles de situaciones de peligro e, incluso cogidas.
