A.C. El Encierro

El Encierro de Sanse es el blog de la Asociación Cultural El Encierro para recoger la información y opinión relativa a nuestro encierro en estado puro, así como a otros festejos taurinos populares. Síguenos tb en Facebook y Twitter.

Ver videos de los encierros de Sanse en Canal Norte TV.

Ver encierros de Sanse 2016 en la web de Antena3 TV

Ver videos de los encierros de Sanse desde 1994. CNtv

martes, 16 de julio de 2013

El pamplonés José Javier Campion gana el X concurso de microrrelatos 2013 sobre los encierros de Sanse

El segundo premio fue para el sevillano Juan Carlos Pérez por "El encierro de tu vida". También se concedieron dos menciones especiales.
 
El jurado estuvo presidido por el concejal de Festejos Ismael García, formando parte de él como vocales el Cronista de San Sebastián de los Reyes, Santiago Izquierdo;  el escritor  Manuel López Azorín; el dibujante Fernando Corella; la representante de la AC. El Encierro Ainhoa Izquierdo  y Pedro María Rivera, músico y cohetero del encierro de Sanse, que hizo las funciones de Secretario.   Después de deliberar sobre los  31  relatos presentados  acordaron por unanimidad conceder los siguientes premios previstos en las bases de la X edición correspondiente a 2013 :
       
 Primer Premio: 450 €  y Trofeo para  para el microrrelato titulado “Dos minutos quince segundos”, de José Javier Campion Ilundáin, de Pamplona

Segundo Premio: 150 €  y Trofeo para “El encierro de tu vida”, de Juan Carlos Pérez López, de Bormujos (Sevilla).

Aparte de estos dos premios, y a la vista del nivel de los trabajos presentados, el jurado concedió dos Menciones  Especiales  -sólo trofeo- a los microrrelatos  titulados:   Los ojos del ángel”, de Carlos Erice Azanza, de Pamplona y “27 de agosto de 1967”, de Roberto Martín Arroyo y Susana Fuentes Arcos, de Alcobendas (Madrid).

Los premios se entregarán en un acto que tendrá lugar en vísperas de las fiestas patronales de Sanse, en enero de 2014.
……………………………………………………………………………….....

Primer Premio 2013.  "Dos minutos y quince segundos", de José Javier Campion Ilundaín, de Pamplona

-¡Puerta buey, puerta buey! Vaya, parece que nos dan los buenos días. Como cada madrugada, en esos días de Agosto, espero impaciente. ¡Toro, toro! Resuena al compás de las varas. Pienso: ya están moviendo a los bravos!! Pedro María siempre puntual a la cita. Estallido de locura en el cielo y tiempo de tragicomedia en las calles. La fiesta se detiene apenas dos interminables minutos. El correr del portón rojo da paso, tras la amanecida al miedo. ¡Vamos, vamos! A trote cochinero para arrancar sensaciones. Delante, nada ni nadie.

-Sólo el sol que trémulo, da afirmación a lo efímero. Curva a la izquierda, los primeros chavales, y otra vez, curva a la izquierda. En  la temida estrechez de la cuesta, mozos valientes de corazón apuran su verdad unos pocos metros. Máxima emoción en la manga.

-¡Sorpresa! Curva a la derecha, de sopetón. Cuartos traseros al ruedo, cerrar de ojos y aguantar el tozolón. Ahora, magullados y asustados, a tirar de coraje, poner el tranco a todo tren y a por la chavalería.

-Calle complicada. ¿Cabemos todos? ¡Joder! ¡Otra vez! No espabilamos. Curva imposible a la derecha. Uf! De esta nos hemos librado. Ya no hay Carrito de los Siete Magníficos. Hay luz y el colorado, pone tierra de por medio y sale de la manada. ¡Va toro! ¡A por ellos! Entregado y furioso, él manda. Y en su poder incontrolado se estrella contra la talanquera en la última curva hacia la izquierda.

-¡Desconcierto! Toca templar tranco cuesta abajo. Bellas imágenes, de los mozos gustándose. Haz de cuchillos a la espalda. ¡A por la Tercera! Tensión, estrecheces. Los pastores arreando a la manada y de la oscuridad a la luz. Atravesamos la dorada arena. Atrás queda la locura. Todo ha terminado. El silencio se adueña del momento. Tembloroso y sudoroso, el colorado me pregunta:

- Eh, viejo cabestro. ¿Qué tierra es esta?

- Es Sanse y están de fiestas.

- Bueno, esto ya se ha terminado. ¿Volvemos a casa?

Y yo en mi triste sabiduría desvío la mirada avergonzado y contesto:

- No, no se ha terminado. Todavía te queda la tarde. Hoy, no vas a casa.
…………………………………………………………………………………….

Segundo premio 2013. "El encierro de tu vida" de Juan Carlos Pérez López, de Bormujos, (Sevilla).

Por qué ibas a sentir nervios, o miedo, si en realidad habías esperado este momento durante años?. Nada, nada de impulsos descontrolados o accesos de terror; todo está bajo control, bajo tu absoluto dominio. Te sientes muy bien, muy a gusto; incluso podría decirse que este instante es poco menos que un desagravio por los continuos aplazamientos, prorrogas inevitables que, por una u otra causa extraña o natural, habían dejado escorado tu sueño en un callejón de improbable salida. Pero ahora todo está dispuesto sobre la cama. Hoy es tu día, el gran día de tu vida. Sientes un cosquilleo en el estómago. Cuántas veces preparaste sus ropas… Cuantas veces te quedaste con las ganas de vestirte igual que ellos… Hoy te toca a ti. A tus sesenta y cuatro años es la primera vez que vas a correr un encierro de toros. El bullicio de la gente se cuela por las balconadas de tu casa, abiertas de par en par para recoger el ambiente festivo de la calle y soltarlo por los pasillos y habitaciones de tu hogar. Un gusanillo vuelve a hormiguear en tu estómago. La cercanía de la hora atusa tus nervios un poco, pero no tanto como para causarte un estado de zozobra incontrolable; ni mucho menos. Te acicalas delante del espejo: te vistes con la camisa y el pantalón, blancos como la nieve. Calzas las alpargatas. Pintas tus labios de rojo, aplicas sombras de ojos… espolvoreas tu rostro para disimular una blancura que nada tiene que ver con el miedo. Te pones la gorra. Besas la medalla que llevas colgada del cuello y das rienda suelta, entre murmullos, a una retahíla de oraciones que recitas de memoria desde tu niñez, con la que ganas seguridad en los momentos de zozobra o angustia. Ya no hay tiempo para arrepentimientos; la suerte está echada. El reguero de humo del cohete araña el límpido cielo. El estruendo retumba por las calles del pueblo. Aloirlo, das un pequeño saltito y aprietas el botón del mando cilíndrico de la Wii, artilugio que llevas en la mano como si fuera el periódico enrollado y providencial de los lances que evitan cogidas. En la pantalla del televisor se inicia el encierro virtual en el que vas a correr por vez primera. Poco a poco vas cogiendo velocidad… Peligro. Ya se acercan los astados; sientes cómo bufan en tu trasero…
……………………………………………………………………………………………………

Mención Especial 1.- 2013 - "Los ojos del ángel", de Carlos Erice Azanza, de Pamplona

Sé que no lo hago bien. Sé que no se debe actuar así, lo sé, me lo han explicado muchas veces, demasiadas, pero no puedo evitarlo. Sé que debo mantener los ojos abiertos, bien abiertos, permanecer atenta a todos los detalles, ver por dónde llega cada toro, cada corredor.

Pero no lo consigo.

Nunca.

Por más que lo intente.

Una mano aferrada a la madera, la otra a la de mi compañero más próximo.

Mis ojos cerrados.

Cerrados.

Hasta que, por fin, suena el último cohete y llega por radio el anhelado «sin novedad».

Sin novedad.

Gracias.

Ya puedo abrir mis ojos, recoger la camilla y volver a la ambulancia.

…..…………………………………………………………………………………..

Mención Especial 2.- 2013. “27 de agosto de 1967, de Roberto Martín Arroyo y Susana Fuentes Arcos, de Alcobendas (Madrid)

Antonio entró al bar ventillero que frecuentaba con altanería y cordialidad. Y mientras su boca se acercaba trémula al primer sorbo, su cuerpo se inundaba del recuerdo de la piel prohibida que había amado horas antes. El locutor de Cadena Azul de Radiofusión interrumpió sus pensamientos. El informativo concluyó anunciando el encierro y la corrida del día siguiente, 27 de agosto de 1967, en San Sebastián de los Reyes, con toros de Filiberto Sánchez.

La noche envolvió con su tibio manto las revoltosas calles de Madrid. Y Antonio, aun sabiendo que las jaranas ahuyentan soledades de madrugada que renacen con el día, se dejó arrullar por el desarraigo. Y, tras el baile y las copas, embravecido y desolado al saberla durmiendo con otro hombre, se sentó al volante de su Seat 850 y emprendió camino a “Sanse”. En su estómago bullía el calor del vino y en su cabeza la ceguera de los celos, que galopaban a la velocidad que se acercaba el amenazante sonido de la manada.

Una pesada confusión atenazó sus pies y, por un momento, le perdió la cara a la vida y sintió su cuerpo caer, como plomo. El limpio cielo que abraza el alba fue lo último que vio antes de rendirse a un reconfortante y frío sueño. La luz cenital de la enfermería violentó su inconsciencia. “Mi cara, doctor, no permita que me deforme. Me han contratado en el Torres Bermejas”. Poco o nada parecía importarle su cornada en el pulmón, sólo quería salvar su rostro, su carta de presentación, su modo de vida, recorrido por la bravura y el desamor. 

El Torres Bermejas se vistió de terciopelo para la reaparición de “Antonio, el guapo”, a quien la cicatriz le había hecho crecer en atractivo y leyenda. Las luces se apagaron. Y él renació. Sus tacones marcaron el compás de los primeros rasgueos y, en la primera mesa, con su esposo, enjoyada y  rota, una hermosa mujer regalaba sus lágrimas al terrible puñal del amor no satisfecho. 

5 comentarios:

  1. Hola. Me ha encantado el relato ganador, enhorabuena. Los demás tampoco son malos, pero…
    ¿No os parece que el último de todos es el más emocionante?
    Me he quedado con ganas de seguir y seguir leyendo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Hola Javier, pues la verdad es que son todos muy buenos pero quizás tengas razón. El último es el que más me ha llenado. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Enorabuena a los ganadores. Lo cierto es que la mención especial no le hace justicia alguna al último de los escritos. Estoy totalmente de acuerdo con las dos personas que han comentado anteriormente. Desde mi humilde punto de vista creo que ese relato tiene más valía literaria y también un trabajo de documentación importante. Es más profundo y muy bien escrito.

    ResponderEliminar
  4. A mí me gustan los cuatro. Enhorabuena a todos.

    ResponderEliminar
  5. A mí el que más me gusta, con diferencia, es el de "27 de agosto de 1967", pero esos chicos ganaron el año pasado con un relato que se llamaba "Misa de 8", que estaba muy bien.

    ResponderEliminar